Señores con traje. Y con sombrero. Policías armados hasta los dientes en cada esquina. Conservadurismo. Estilo de vida marcado por la religión.
Tel Aviv, conocida como el Sin City de Oriente Medio, puede sorprender a todos los que tengan esta concepción de Israel.
Situada a unos 70 kilómetros de Jerusalén, Tel Aviv (Colina de la Primavera en Hebrew) es una metrópolis despierta 24 horas al día. Bailar hasta el amanecer de lunes a domingo en una de sus muchas discotecas; bañarse en el Mediterráneo; desayunar, almorzar o/y cenar humus. Todo esto, y mucho más, es posible aquí.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de pasar unos días en la ciudad. Nada más llegar a las 11 de la mañana comencé a recorrer sus calles. Si ya estás familiarizado con mi blog sabrás que lo que más me interesa fotografiar es a la población. Las nuevas tecnologías nos permiten explorar una urbe calle por calle. Podemos ver en detalle todos los edificios, cada árbol, y hasta cada señal de tráfico. Sin embargo, lo que Google no nos muestra es el estilo de vida de sus habitantes: ¿qué hacen en su tiempo libre?, ¿prefieren cerveza o vino?, ¿fuman tabaco de liar o industrial?, ¿tienen tatuajes?, ¿tienen iPhone o Android?, ¿visten en chándal o mas formal?
Por muy atractiva que sea una urbe no deja de ser una jungla de hormigón. Son sus ciudadanos los que la hacen interesante o diferente a otras.
Mientras me recorría los barrios de Tel Aviv intenté capturar su vida a través de mi objetivo 55-250mm. ¡Aunque solo el primer día! Los demás días la cámara se quedó en la taquilla del hostal: esta ciudad hay que vivirla con los ojos y no a través de una lente.
La historia moderna de Rotterdam remonta a la Segunda Guerra Mundial.
El 14 de mayo de 1940 Hitler dio la orden de bombardear Rotterdam con el objetivo de conseguir la rendición de Países Bajos y así invadirlos. La ciudad quedó completamente destrozada y la amenaza era hacer lo mismo con Utrecht. De esta forma, a la mañana siguiente, el gobierno holandés se rindió.
Rotterdam es una de las pocas ciudades europeas sin casco histórico. Solo quedan unos pocos edificios anteriores a 1940, entre ellos el hostal en el cual trabajo.
En los años 50 comenzó la reconstrucción de la ciudad. Una de las posibilidades era reparar su atractivo casco histórico. Sin embargo, el ayuntamiento apostó por una nueva iniciativa. Un nuevo tipo de metrópolis.
Países Bajos tiene ciudades increíblemente atractivas como Leiden, Delft, Ámsterdam o Utrecht, así que, ¿por qué no experimentar con Rotterdam?
El resultado es una especie de Manhattan europeo. El centro de la ciudad está repleto de grandes avenidas que sirven como arterias principales para cruzar la ciudad. Los rascacielos reúnen cientos de oficinas y empresas. Y la cantidad de espacios abiertos hacen que sea uno de los centros más cómodos de Europa. En 2015 ganó el premio Ciudad del Año concedido por The Academy of Urbanism.
Cuando un edificio resulta anticuado o irrelevante es demolido y una nueva torre es levantada. La arquitectura es única y moderna y encaja perfectamente con los pocos edificios históricos que sobrevivieron.
Sin embargo, la principal razón por la que elegí Rotterdam como mi nuevo hogar es por su población. Es la ciudad más internacional del país. Más de 600.000 personas viven aquí y el 48% es de origen extranjero. Esto hace que la riqueza cultural sea mayor que en otras ciudades holandesas. Además tiene una población joven y dinámica. Cada uno en su mundo sin juzgar a los demás por su ropa, hobbies o tupé. ¡Una ciudad con poco postureo!
La sensación es que estás en una metrópolis como Londres o Berlín pero realmente Rotterdam no es superior en tamaño o población a por ejemplo Valencia. Con una bicicleta eres completamente libre para desplazarte por toda la ciudad. Desde el centro en menos de media hora llegas a uno de sus extremos.
Al igual que Sevilla la ciudad está dividida en dos debido al Nieuwe Maas, un distributario del Río Rin. En las afueras de Rotterdam se encuentra el puerto más grande de Europa y uno de los más importantes del planeta. Si te interesa hay rutas en barco que te permitirán explorarlo.
El centro y casi todos los lugares de interés se encuentran en la parte norte. El sur está compuesto de barrios residenciales aunque ahí se encuentra el mayor centro comercial de la ciudad; Winkelcentrum Zuidplein.
Los martes y sábados, alrededor del edificio Markthal (un nuevo mercado hípster con viviendas a precios desorbitados) tienes el mercado original donde podrás comprar comida económica y de todas partes del mundo. En frente del Markhal podrás echarte un selfie con una de las atracciones más conocidas de la ciudad; Las Casas Cubo, conocidas por aparecer en una de las películas de Jackie Chan.
Las Casas Cubo.
Rotterdam tiene una gran escena de música Techno. Transport y Bar son dos de los clubs más conocidos. Si a lo largo de la noche te cansas de uno de ellos y tu bolsillo te lo permite siempre puedes pasarte a la competencia. Los dos clubs están separados solo por una plaza usada como »sala de fumadores». Además, con el sello que tendrás en tu brazo al pagar por la entrada puedes pasar de uno a otro sin problemas. El club Bar también tiene un karaoke muy entretenido los miércoles hasta las 2 de la mañana.
El Irish Bar Paddy Murphy’s, situado en la céntrica calle de Rodezand también es un gran lugar para pasar la noche. Todos los días tienen música en directo y el local siempre está lleno. Tras una intensa noche de bebidas, si tu cuerpo te lo pide, a menos de 5 minutos tienes un McDonald’s abierto las 24 horas. ¡Eso sí! Aquí no venden hamburguesas de 1 euro.
Si buscas un sitio chill donde trabajar con tu ordenador recomiendo The Tea Lab. Por supuesto aquí también hay Starbucks. Pero The Tea Lab es más económico y original. El hotel Citizen M también es un gran lugar para relajarse y trabajar o estudiar. Sin embargo, las bebidas aquí son más caras y tendrás que consumir regularmente.
El skyline de Rotterdam merece ser contemplado a una cierta altura. Siempre puedes pagar por subir el Euromast, una torre de observación con un restaurante a 96 metros de altura.
Vistas desde el Euromast.
¡Pero hay una alternativa gratis! ¡Así podrás gastarte más dinero en el Coffee Shop o en cerveza! Solo tienes que ir a la calle Witte de Withstraat, a unos 15 minutos andando del Euromast.
Sería un delito visitar Rotterdam y no pasar una noche en Witte de Withstraat. Es el único sitio de la ciudad donde todos los locales son bares abiertos hasta las 3 o 4 de la mañana. También hay diferentes clubs para todos los gustos.
En esta calle encontramos un aparcamiento de coches elevado. Si coges el ascensor hasta la planta más alta tendrás buenas vistas de toda la ciudad. Recomiendo subir aquí durante el atardecer. ¡Lo sé! No es tan atractivo como contemplar Rotterdam con tu copa de champán en un restaurante a 90 metros de altura. ¡Pero es la opción gratuita!
Si estás planeando un viaje a la mejor ciudad de Holanda (al menos para mi) sugiero que os alojéis en Hostel Room. Su localización es perfecta y es bastante económico. Dispone de habitaciones compartidas y también privadas. Pero lo que para mí hace único a Room es su bar y su ambientación. Podrás escuchar música en directo, jugar a Beer Pong, participar en un tour gratuito de la ciudad, ahorrar dinero gracias al Happy Hour y un largo etc.